Las habilidades blandas más importantes y por qué sirven en el mundo del trabajo
Las habilidades blandas, o soft skills, en nuestra economía globalizada y altamente competitiva, se han convertido en un elemento fundamental, un factor crucial de diferenciación y éxito tanto para las empresas como para los candidatos.
De hecho, la implementación de proyectos de transformación digital requiere mucho más que tecnologías. No en vano, IDC ha definido las habilidades blandas como los héroes silenciosos del cambio en el mercado laboral.
En 2019, una encuesta realizada a escala mundial por LinkedIn entre 5.000 profesionales de recursos humanos, destacó las soft skills como la tendencia número uno en el mundo laboral para los sucesivos tres años, según el 91% de los encuestados. El 80% aseguró que las habilidades blandas son esenciales para el éxito de una empresa, y el 89% que las contrataciones más decepcionantes realizadas por sus organizaciones tenían un elemento recurrente: la falta de las habilidades blandas que necesitaban.
Las soft skills también juegan un papel a la hora de elegir la empresa en la que ir a trabajar. Cada año, la revista estadounidense Fortune publica un interesante ranking de las empresas más admiradas a nivel mundial. Los aspectos decisivos no incluyen la estructura organizativa, la eficiencia de los procesos o la solidez financiera, sino que se centran en las habilidades blandas de la empresa como, por ejemplo, la capacidad de innovar o responder a los deseos de los consumidores. Se trata de recursos intangibles: no se pueden tocar, pero marcan la diferencia.
Las habilidades blandas más demandadas
Las habilidades blandas se refieren a las cualidades personales y relacionales. Ser personas llenas de energía y capaces de crear un ambiente agradable y productivo en la oficina ya es una habilidad blanda que las empresas aprecian. Sin embargo, en los últimos dos años, los profundos cambios registrados en el mundo del trabajo provocaron la necesidad de desarrollar determinadas competencias especialmente adecuadas para dar respuesta a nuevos contextos más fluidos, flexibles y digitales. Aptas para el llamado mundo BANI: Brittle (Frágil), Anxious (Ansioso), Non-linear (No lineal) e Incomprehensible (Incomprensible).
Según Christian Conde, fundador y director de Conde Conferences, las habilidades blandas más requeridas son la comunicación asertiva, como forma de compartir correctamente la información, la adaptabilidad a todos los cambios de rol que trayectorias laborales cada vez más fluidas implican, capacidad de trabajo en equipo en entornos colaborativos a distancia y pensamiento estratégico.
Hays, la multinacional de Recursos Humanos, presente en 33 países, coincide en este análisis y considera que hoy las soft skills más demandadas por las organizaciones son:
- Comunicación y habilidades interpersonales.
- Capacidad para acoger el cambio.
- Resolución de problemas.
- Flexibilidad y adaptabilidad.
- Habilidades de gestión de personas.
Más concretamente, dominar la comunicación significa saber hablar claro (con compañeros, directivos, socios, clientes, proveedores…). Habilidades como saber escuchar, persuadir, interactuar fructíferamente o mostrar empatía entran en esta categoría, así como negociar, hablar en público, interpretar el lenguaje no verbal, escribir bien o saber hacer storytelling.
Por otro lado, la capacidad de trabajar en equipo incluye cualidades como saber aceptar comentarios y críticas. Es necesario tener inteligencia emocional, apertura a entornos de trabajo multiculturales, saber interactuar con la diversidad. Networking, team building y la resistencia al estrés son parte de esta categoría. Las organizaciones buscan personas que trabajen respetando a los demás, con capacidad organizativa y orientadas a objetivos, que sepan gestionar su tiempo y sean polivalentes, si es necesario, fiables y puntuales.
El pensamiento crítico y estratégico pertenece a las personas capaces de analizar situaciones, interpretarlas y tomar decisiones a partir de los datos disponibles. La creatividad, la propensión artística, la capacidad de observación, la curiosidad y el deseo de aprender, la flexibilidad, la adaptabilidad, la innovación entran en esta categoría. Definen a personas con recursos, que no tienen miedo a los cambios y saben cómo encontrar nuevas soluciones a los problemas (pensar fuera de la caja).
Finalmente, la gestión de personas va de la mano con el liderazgo. Las empresas buscan personas que sepan trabajar de forma independiente y coordinarse con los compañeros. Esta categoría incluye habilidades blandas como la capacidad de resolver conflictos interpersonales, estimular o ayudar a colegas en dificultad, tomar decisiones, delegar cuando sea necesario. Para los directivos, es necesario saber gestionar equipos y reuniones, motivar personas, hacer mentoring y coaching, saber cuidar y retener los talentos.
Qué escribir sobre habilidades blandas en el CV
En un estudio de 2018, McKinsey escribió que en el mundo laboral durante los próximos 10 años, la demanda de habilidades blandas crecerá en un 24%. Por tanto, es necesario prestar atención a la forma y estructura con la que se describen las soft skills en el CV.
Un lenguaje correcto y una exposición clara y uniforme son sinónimos de fiabilidad y atención a los detalles. Usar la forma activa de los verbos para describir habilidades y estudios transmite la sensación de dinamismo e iniciativa. Otra forma de resaltar las habilidades blandas en el CV es insertarlas en un discurso estructurado: por ejemplo, en lugar de escribir que se tienen excelentes habilidades de gestión de equipos, se puede contar una experiencia laboral en la que destaca esta actitud.
Dicho esto, el 68% de los gerentes de recursos humanos que respondieron a la encuesta de Linkedin citada anteriormente, informó que el principal medio por el cual intenta capturar las características personales del candidato es tratando de interpretar sus expresiones faciales, el lenguaje corporal y el tono de voz durante la entrevista.
Las soft skills llegan a ser tan importantes como los conocimientos técnicos para el desarrollo de una profesión. Y aún más para crecer cuando formas parte de una empresa. Las habilidades blandas se pueden cultivar y también se puede aprender a que se noten. Y eso resulta fundamental en la carrera laboral.
